En principio, se trata de un vino elaborado con uvas blancas, aunque también puede elaborarse con uvas tintas. En este caso, debe retirarse el hollejo antes de que comience la fermentación del mosto. Los blancos jóvenes (es decir, sin crianza) son vinos suaves, frescos y frutales, que agradecen la compañía de mariscos, pescados blancos cocidos, a la sal o a la parrilla, arroces de pescado, marisco o verduras, pastas, huevos guisados, pollo asado…