En las soleadas colinas de Marsala, en el oeste de Sicilia, la bodega familiar Marino Abate cultiva sus viñedos de manera orgánica, respetando el ritmo de la naturaleza. Allí, nace el vino Lapa, cuyo nombre significa “abeja” en siciliano, símbolo del trabajo constante, el equilibrio con el entorno y la vida en comunidad.
El proceso comienza con una vendimia manual, donde solo las mejores uvas de Nero d’Avola, variedad emblemática de Sicilia, son seleccionadas. Las uvas se fermentan lentamente en depósitos de acero inoxidable para preservar la pureza de la fruta y reflejar el carácter del terroir: el sol, el viento marino y los suelos arcillosos.
A diferencia de otros tintos más potentes, el Lapa no pasa por barricas de roble. En cambio, se cría en acero durante 12 meses, lo que permite conservar su frescura natural, sus aromas a ciruela, cereza negra y especias suaves, y una textura viva pero suave.
Tras un descanso en botella, el vino está listo para contar su historia: la de una isla milenaria, una familia comprometida con la tierra, y una uva que ha aprendido a hablar con el viento y el mar.
NOTAS DE CATA
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Color: Rojo rubí oscuro.
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Nariz: Cerezas negras, ciruelas, chocolate, tabaco, toques herbales y especiados.
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Paladar: Seco, frutal, taninos vivos pero suaves, final armonioso y largo.
MARIDAJE
Se lleva muy bien con pastas con salsa de carne, carnes asadas o de caza, embutidos y quesos semicurados.